La Clínica Mayo define la disfunción sexual femenina como “problemas persistentes, recurrentes con la respuesta sexual, el deseo, el orgasmo o el dolor”.
La Clínica explica que la salud sexual femenina es extremadamente compleja, ya que se ve afectada por la salud de la mujer, las emociones, la imagen corporal, el estrés, las hormonas, las experiencias, creencias, estilo de vida y las relaciones.
La mayoría de las mujeres experimentan problemas con su vida sexual, especialmente cuando sus hormonas están fuera de equilibrio durante el embarazo, el parto y la menopausia. Como resultado el 43% de las mujeres reportan dificultad en su vida sexual.